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El brief era algo como esto: "hemos conseguido los derechos de la Fórmula 1 en diferido. Emitiremos la carrera tal y como se ha emitido en laSexta, no podremos editar absolutamente nada, ni siquiera los comentarios de Lobato. La única diferencia es que lo emitiremos unas cuantas horas después, cuando todo el mundo sepa cómo acabado la carrera".
Vaya. No parece un planteamiento muy atractivo para vender el programa, ¿verdad?
Mi idea fue hacer de la necesidad virtud. Me explico: para ver una carrera que ha sucedido mucho antes y de la que todo el mundo sabe lo que ha pasado hay que ser muy fan. Por eso la campaña no tenía que hablar a toda la gente que le gusta la Fórmula 1, teníamos que comunicarnos directamente con aquellos que realmente estarían interesados en el programa: los apasionados por la Fórmula 1.
Ah, y por supuesto no podíamos utilizar ninguna imagen real de la competición.